INTRODUCCIÓN.
La fiesta taurina es una
tradición que se ha llevado a cabo a lo largo de la historia de nuestro hermoso
país, México, y es una de las que más color y vida le dan a nuestra cultura.
Para ciertos individuos el
hecho de que todavía se lleven a cabo este tipo de fiestas en una cultura tan
moderna, es un retroceso, por lo sádicas y por el abuso que estas pueden tener
ante las diferentes especies animales involucradas.
Para otros, la fiesta brava es
la máxima expresión del arte, valor y sentimiento, así como un enfrentamiento
entre el hombre y el toro, donde ambos tratan de mostrar su dominio y
capacidad, es una fiesta donde convive la sociedad sin discriminar entre clases
sociales puesto que es una fiesta para todos.
A lo largo de este ensayo, se
expondrán los diversos puntos de vista de ambos lados antes mencionados,
tratando de ser lo más ético posible, tomando como base, las teorías del
utilitarismo y Kant.
El único propósito es el de
demostrar las dos posturas y sus respectivos respaldos en la ética y su vasto
conocimiento, sin la intención de imponer ninguna idea o pensamiento. Éste ensayo es solo una comparación de teorías
éticas y posturas morales donde el autor deja bajo la decisión del lector la
postura ante esta, la fiesta brava.
Esta tradición nos ha marcado
como sociedad, como país, para unos en el buen sentido, para otros no tan
bueno.
Debemos conocer nuestra
cultura y tener una decisión racionalizada sobre estos temas, mediante el
aprovechamiento de las inmensas teorías éticas que nos generan una postura que
podría considerarse moralmente correcta.
LA
FIESTA BRAVA Y EL MALTRATO ANIMAL.
Para muchas personas, la
fiesta brava es un abuso y maltrato hacia los animales, el hecho de hacer
sangrar al toro y asesinarlo en el ruedo es un acto lleno de crueldad.
Mientras que para otras
personas, el hecho de hacer sangrar al toro, es necesario ya que gracias a esto
se descongestiona y entonces puede seguir luchando, si no sangra, no se
descongestiona y muere de un infarto fulminante.
Muchos grupos y personalidades
importantes de gobierno han tratado de prohibir las corridas de toros en varias
partes del mundo. Uno de los triunfos más grandes fue la clausura de la plaza
de toros de Barcelona.
Pero:
¿Realmente el animal sufre
tanto como estos grupos anti-taurinos lo indican?
¿Es moralmente correcta la supuesta
crueldad con la que son tratados los toros?
FIESTA
BRAVA, TORTURA, NI ARTE, NI CULTURA.
Hay grupos de personas que
piensan que las corridas de toros, son un evento sanguinario en el que el
torero cruelmente asesina y tortura a un animal.
“El "Deporte" del toreo,
seguido por miles de personas en España, México, Francia, Portugal, Colombia,
Ecuador, Venezuela y otros países, resulta ser una larga muerte angustiada para
los toros” (Motavalli, 1995).
El pensar de mucha gente es
que este acto no es ni arte ni cultura, sino un abuso de violencia y tortura.
GRUPOS
ANTI-TAURINOS: CASO PLAZA DE TOROS BARCELONA.
Para los fanáticos de la
fiesta brava, fue un golpe al alma la clausura de la Plaza de Toros de
Barcelona, el Parlamento Autónomo de Cataluña abolió las corridas de toros que
había sido solicitada mediante una Iniciativa Legislativa Popular, por
considerarlas un espectáculo que transmite antivalores a la sociedad, como es
el uso de la violencia, el disfrute a través de la tortura y el maltrato
animal, pero no podemos dejar de destacar que este hecho, fue una decisión
política, ya que Cataluña se quiere independizar de España y por ende está
renunciando a todo lo que tenga que ver con este País. (Vásquez y Navarrete,
2014).
La propuesta de este grupo es
válida, pero muchos factores se dejan de lado, al solo tomar en cuenta la
violencia y tortura.
Como ejemplo están todos los
beneficios económicos que una plaza de toros puede dejar, sin tomar en cuenta
el aumento de felicidad que esta puede generar si nos enfocamos en la regla
utilitarista.
La plaza de toros México
llenando cada tarde obtiene una ganancia aproximada de 3’246,555 pesos por dia
(Castillo, 2014).
El clausurar la plaza México
también afectaría a muchas familias, prohibir las corridas de toros en el D.F
afectaría directamente a 500,000 empleos (Mera, 2014).
Y si estas cifras no son
suficientes, el INEGI contó 82 localidades establecidas para eventos taurinos
en la República Mexicana, los cuales vendieron 1,398,000 localidades en la
temporada llegando a una cantidad de ganancia económica de 260,472,206 millones
de pesos (INEGI 2014).
¿Van a la par los beneficios
con las consecuencias?
¿Cuántas personas por el
simple hecho de no estar de acuerdo con este espectáculo lo tachan, critican y
atacan sin tomar en cuenta a todas las demás personas que pueden afectar con
tomar decisiones como la tomada en Barcelona?
Debemos crear un sentido de
tolerancia social, donde se busque el bien común, a pesar de pasar por alto el
disgusto de un sector de la población.
EL
ARTE DE LA TAUROMAQUIA COMO ENFOQUE ARTÍSTICO UTILITARISTA.
En el utilitarismo el placer y
la felicidad lo son todo, la sociedad amante de la fiesta brava puede analizarse
desde un enfoque utilitarista de placer y felicidad en el ruedo.
Desarrollar un poco la teoría
del utilitarismo nos permitirá hacer afirmaciones del maltrato a los animales y
algunas justificaciones a la fiesta taurina.
Exponer la fiesta brava para empapar
al lector es esencial para convencerlo de que no es algo moralmente incorrecto
sino un placer de la vida, la idea no es hacer al lector un fanático de la
tauromaquia, es el hacer notar los aspectos positivos por la cual la fiesta
brava es importante, para la sociedad mexicana.
El arte que involucran las
corridas de toros puede verse, como ya se mencionó, desde un enfoque
utilitarista, se relacionarán las corridas de toros con algunos otros eventos
públicos y sociales para denotar su importancia.
UTILITARISMO.
Es el enfoque de la teoría
ética que se remonta al hedonismo griego donde la felicidad era el centro de
todo y todo giraba a partir de las acciones que maximizaran su alcance.
De acuerdo a Moore en el libro
de Rachels, existen tres bienes intrínsecos, el placer, la amistad y el
disfrute estético. Las acciones correctas son aquellas que incrementan el
suministro de estos bienes en la vida de cada individuo (Rachels, 2006).
Según esta teoría el principio
de utilidad nos exige que al elegir entre diferentes acciones o políticas
sociales, debemos elegir la que tenga mejores consecuencias globales para todos
los afectados y serán aprobadas o desaprobadas estas acciones de acuerdo a su
capacidad de aumentar o disminuir la felicidad de las personas interesadas
(Rachels, 2006).
LA
FIESTA BRAVA.
En todo el mundo, al escuchar
la palabra toro, las personas automáticamente piensan en el toro de lidia, que
es el elemento esencial y sobre el cual
se desarrolla la fiesta brava.
Además de ser de vital importancia para esta fiesta, es de vital importancia
para nosotros pues es el sujeto sobre el cual se desarrolla este ensayo.
La fiesta brava, además de
tener como primer partícipe al toro que bien podríamos llamarlo el protagonista
de un cuento de héroes y villanos, también posee un antagonista y comparte con él,
los vítores o los abucheos dependiendo de la faena que logren ambos, para este
antagonista, el objetivo es convertirse en el héroe de la tarde y salir en
hombros por la puerta grande, el torero.
Los orígenes de la fiesta
brava se remontan a tiempos remotos, desde entonces el hombre se ha sentido
atraído por la impresionante figura del toro (Bollain et al, 1996). Siempre ha
existido una conexión mucho más allá de lo físico con el reino animal por parte
del hombre, el toro como figura animal es solo un protagonista de millones que
figuran en la historia de la humanidad.
Pero: ¿qué es la fiesta brava?
Es una parte de nuestra
historia que llego a México desde la conquista Española, donde estos nos
transmitieron parte de su cultura fundiéndose con la nuestra creando una nueva
cultura Mexicana.
Pero no sólo es una
celebración, es también una confrontación de los miedos de una persona al
imponerse y dominar a sus temores que en este particular caso, estos toman
forma de toro. "La corrida de toros fuerza al hombre a explicarse a sí
mismo, a mirar sus propios orígenes, su desarrollo y su futuro" (Arte y
Toros, 1998).
No solo es una fiesta de
tortura como muchas personas creen, sino una pieza de arte que tiene duración
de algunas horas donde los espectadores se deleitan con las faenas, brillos y
actos heroicos que toro y torero con arte, entrega y pasión, llevan a cabo en
el ruedo.
CONCLUSIÓN
Siempre he sido muy respetuoso
de las diversas opiniones sobre este tema y me pareció interesante llegar a
desarrollar un texto, en el que ambas posturas fueran expuestas y analizadas
desde las teorías éticas, con las cuales por lo general, tenemos la costumbre
de separar lo correcto de lo incorrecto.
Aquí no se trata de saber
quiénes tienen la postura correcta o incorrecta, se trata de conocer las
razones de cada grupo y con esto tomar nuestras propias decisiones al respecto,
no sin antes respetar la opinión de cada individuo y por ende no caer en la
violencia.
Hablando de propias
decisiones, me permito dejar la mía:
La fascinación que ejerce en mí
la fiesta brava no compete a la razón, sino a su hermana gemela la imaginación,
es una posibilidad de aprehender el conocimiento trágico, mediante la contemplación de una obra estética. Como todo
símbolo esta obra está en construcción y se completa solo con la catarsis del
espectador.
Pocas cosas son tan bellas
como ver al toro arrancarse al engaño, haciendo gala de su bravura y embestir
una, dos, tres, cuatro y hasta cinco veces, seducido por la muleta que conduce
el Matador.
Esta belleza, ésta sonrisa de
la naturaleza es la sobreabundancia de fuerza que no arrasa sino que avanza
suavemente, nos hace sentir pletóricos. Recordemos que la belleza es, ante
todo, una seducción para existir, de manera trágica, pero plena.
Toro y torero comparten un
lenguaje, lenguaje que el matador tiene que descifrar para poder comunicarse y
hacerse entender por el toro. Esta comunicación se manifiesta a través de una
danza, se nos muestra como un baile, como una coreografía llena de
conocimientos, técnica, valor, intuiciones y sentimientos.
La faena no podría ocurrir si
el torero no sintiera un profundo amor por el toro, si no adorara en él toda su
fuerza y belleza, si no reconociera la magnificencia de su oponente. Por ende,
tiene que crecer durante la lidia y alcanzar la altura de su oponente.
Hoy por hoy, no tengo la
intención de justificar mi gusto por la fiesta brava, ni de convencer a nadie,
los toros me han dado la oportunidad de ver el mundo, de saberme vivo, por eso
señores, lejos de atacar y cuestionar respeto profundamente la actitud
contraria a la mía, saber que la vida pasa una vez y se va en un suspiro, me ha
hecho más tolerante y respetuoso de las ideas de otros.
La fiesta brava me ha dado la
certeza de saber que no poseo la verdad, porque la verdad no se posee, se vive.
Estoy consciente de que hay
otros que no piensan o sienten como yo y eso es valiosísimo ya que las
diferencias no nos separan, nos unen, siempre que haya humildad y voluntad.
Soy taurino porque la fiesta
brava me da la posibilidad de visualizarla no solo como una experiencia
estética, sino como exigencia ética de vida, porque la vida como la tauromaquia
son una FIESTA, con todo lo que ello implica: irrupciones inesperadas,
excepcionales que no sobrevienen más que una vez, efímeras pero intensas
ráfagas de placer y gozo que pueden dar sustento a toda una vida.
En los toros aprendí a sentir
y me di cuenta que el dolor no es condición de la existencia, sino solo uno de
los modos en que podemos sentirnos vivos y mientras hay vida, hay oportunidad.
Jorge Carlos Varela.