jueves, 10 de septiembre de 2015

LA FIESTA BRAVA.

 
 
 
 

INTRODUCCIÓN.
 

La fiesta taurina es una tradición que se ha llevado a cabo a lo largo de la historia de nuestro hermoso país, México, y es una de las que más color y vida le dan a nuestra cultura.

Para ciertos individuos el hecho de que todavía se lleven a cabo este tipo de fiestas en una cultura tan moderna, es un retroceso, por lo sádicas y por el abuso que estas pueden tener ante las diferentes especies animales involucradas.

Para otros, la fiesta brava es la máxima expresión del arte, valor y sentimiento, así como un enfrentamiento entre el hombre y el toro, donde ambos tratan de mostrar su dominio y capacidad, es una fiesta donde convive la sociedad sin discriminar entre clases sociales puesto que es una fiesta para todos.
 

A lo largo de este ensayo, se expondrán los diversos puntos de vista de ambos lados antes mencionados, tratando de ser lo más ético posible, tomando como base, las teorías del utilitarismo y Kant.

El único propósito es el de demostrar las dos posturas y sus respectivos respaldos en la ética y su vasto conocimiento, sin la intención de imponer ninguna idea o pensamiento. Éste  ensayo es solo una comparación de teorías éticas y posturas morales donde el autor deja bajo la decisión del lector la postura ante esta, la fiesta brava.

Esta tradición nos ha marcado como sociedad, como país, para unos en el buen sentido, para otros no tan bueno.

Debemos conocer nuestra cultura y tener una decisión racionalizada sobre estos temas, mediante el aprovechamiento de las inmensas teorías éticas que nos generan una postura que podría considerarse moralmente correcta.
 

LA FIESTA BRAVA Y EL MALTRATO ANIMAL.
 

Para muchas personas, la fiesta brava es un abuso y maltrato hacia los animales, el hecho de hacer sangrar al toro y asesinarlo en el ruedo es un acto lleno de crueldad.

Mientras que para otras personas, el hecho de hacer sangrar al toro, es necesario ya que gracias a esto se descongestiona y entonces puede seguir luchando, si no sangra, no se descongestiona y muere de un infarto fulminante.

Muchos grupos y personalidades importantes de gobierno han tratado de prohibir las corridas de toros en varias partes del mundo. Uno de los triunfos más grandes fue la clausura de la plaza de toros de Barcelona.
 

Pero:

¿Realmente el animal sufre tanto como estos grupos anti-taurinos lo indican?

¿Es moralmente correcta la supuesta crueldad con la que son tratados los toros?
 

FIESTA BRAVA, TORTURA, NI ARTE, NI CULTURA.
 

Hay grupos de personas que piensan que las corridas de toros, son un evento sanguinario en el que el torero cruelmente asesina y tortura a un animal.

“El "Deporte" del toreo, seguido por miles de personas en España, México, Francia, Portugal, Colombia, Ecuador, Venezuela y otros países, resulta ser una larga muerte angustiada para los toros” (Motavalli, 1995).

El pensar de mucha gente es que este acto no es ni arte ni cultura, sino un abuso de violencia y tortura.
 

GRUPOS ANTI-TAURINOS: CASO PLAZA DE TOROS BARCELONA.
 

Para los fanáticos de la fiesta brava, fue un golpe al alma la clausura de la Plaza de Toros de Barcelona, el Parlamento Autónomo de Cataluña abolió las corridas de toros que había sido solicitada mediante una Iniciativa Legislativa Popular, por considerarlas un espectáculo que transmite antivalores a la sociedad, como es el uso de la violencia, el disfrute a través de la tortura y el maltrato animal, pero no podemos dejar de destacar que este hecho, fue una decisión política, ya que Cataluña se quiere independizar de España y por ende está renunciando a todo lo que tenga que ver con este País. (Vásquez y Navarrete, 2014).
 

La propuesta de este grupo es válida, pero muchos factores se dejan de lado, al solo tomar en cuenta la violencia y tortura.

Como ejemplo están todos los beneficios económicos que una plaza de toros puede dejar, sin tomar en cuenta el aumento de felicidad que esta puede generar si nos enfocamos en la regla utilitarista.

La plaza de toros México llenando cada tarde obtiene una ganancia aproximada de 3’246,555 pesos por dia (Castillo, 2014).

El clausurar la plaza México también afectaría a muchas familias, prohibir las corridas de toros en el D.F afectaría directamente a 500,000 empleos (Mera, 2014).
 

Y si estas cifras no son suficientes, el INEGI contó 82 localidades establecidas para eventos taurinos en la República Mexicana, los cuales vendieron 1,398,000 localidades en la temporada llegando a una cantidad de ganancia económica de 260,472,206 millones de pesos (INEGI 2014).

¿Van a la par los beneficios con las consecuencias?

¿Cuántas personas por el simple hecho de no estar de acuerdo con este espectáculo lo tachan, critican y atacan sin tomar en cuenta a todas las demás personas que pueden afectar con tomar decisiones como la tomada en Barcelona?

Debemos crear un sentido de tolerancia social, donde se busque el bien común, a pesar de pasar por alto el disgusto de un sector de la población.
 

EL ARTE DE LA TAUROMAQUIA COMO ENFOQUE ARTÍSTICO UTILITARISTA.
 

En el utilitarismo el placer y la felicidad lo son todo, la sociedad amante de la fiesta brava puede analizarse desde un enfoque utilitarista de placer y felicidad en el ruedo.

Desarrollar un poco la teoría del utilitarismo nos permitirá hacer afirmaciones del maltrato a los animales y algunas justificaciones a la fiesta taurina.

Exponer la fiesta brava para empapar al lector es esencial para convencerlo de que no es algo moralmente incorrecto sino un placer de la vida, la idea no es hacer al lector un fanático de la tauromaquia, es el hacer notar los aspectos positivos por la cual la fiesta brava es importante, para la sociedad mexicana.

El arte que involucran las corridas de toros puede verse, como ya se mencionó, desde un enfoque utilitarista, se relacionarán las corridas de toros con algunos otros eventos públicos y sociales para denotar su importancia.
 

UTILITARISMO.
 

Es el enfoque de la teoría ética que se remonta al hedonismo griego donde la felicidad era el centro de todo y todo giraba a partir de las acciones que maximizaran su alcance.

De acuerdo a Moore en el libro de Rachels, existen tres bienes intrínsecos, el placer, la amistad y el disfrute estético. Las acciones correctas son aquellas que incrementan el suministro de estos bienes en la vida de cada individuo (Rachels, 2006).

Según esta teoría el principio de utilidad nos exige que al elegir entre diferentes acciones o políticas sociales, debemos elegir la que tenga mejores consecuencias globales para todos los afectados y serán aprobadas o desaprobadas estas acciones de acuerdo a su capacidad de aumentar o disminuir la felicidad de las personas interesadas (Rachels, 2006).
 

LA FIESTA BRAVA.
 

En todo el mundo, al escuchar la palabra toro, las personas automáticamente piensan en el toro de lidia, que es el elemento esencial y sobre el cual  se desarrolla  la fiesta brava. Además de ser de vital importancia para esta fiesta, es de vital importancia para nosotros pues es el sujeto sobre el cual se desarrolla este ensayo.

La fiesta brava, además de tener como primer partícipe al toro que bien podríamos llamarlo el protagonista de un cuento de héroes y villanos, también posee un antagonista y comparte con él, los vítores o los abucheos dependiendo de la faena que logren ambos, para este antagonista, el objetivo es convertirse en el héroe de la tarde y salir en hombros por la puerta grande, el torero.

Los orígenes de la fiesta brava se remontan a tiempos remotos, desde entonces el hombre se ha sentido atraído por la impresionante figura del toro (Bollain et al, 1996). Siempre ha existido una conexión mucho más allá de lo físico con el reino animal por parte del hombre, el toro como figura animal es solo un protagonista de millones que figuran en la historia de la humanidad.
 

Pero: ¿qué es la fiesta brava?

Es una parte de nuestra historia que llego a México desde la conquista Española, donde estos nos transmitieron parte de su cultura fundiéndose con la nuestra creando una nueva cultura Mexicana.

Pero no sólo es una celebración, es también una confrontación de los miedos de una persona al imponerse y dominar a sus temores que en este particular caso, estos toman forma de toro. "La corrida de toros fuerza al hombre a explicarse a sí mismo, a mirar sus propios orígenes, su desarrollo y su futuro" (Arte y Toros, 1998).

No solo es una fiesta de tortura como muchas personas creen, sino una pieza de arte que tiene duración de algunas horas donde los espectadores se deleitan con las faenas, brillos y actos heroicos que toro y torero con arte, entrega y pasión, llevan a cabo en el ruedo.
 

CONCLUSIÓN
 

Siempre he sido muy respetuoso de las diversas opiniones sobre este tema y me pareció interesante llegar a desarrollar un texto, en el que ambas posturas fueran expuestas y analizadas desde las teorías éticas, con las cuales por lo general, tenemos la costumbre de separar lo correcto de lo incorrecto. 

Aquí no se trata de saber quiénes tienen la postura correcta o incorrecta, se trata de conocer las razones de cada grupo y con esto tomar nuestras propias decisiones al respecto, no sin antes respetar la opinión de cada individuo y por ende no caer en la violencia. 

Hablando de propias decisiones, me permito dejar la mía: 

La fascinación que ejerce en mí la fiesta brava no compete a la razón, sino a su hermana gemela la imaginación, es una posibilidad de aprehender el conocimiento trágico, mediante la  contemplación de una obra estética. Como todo símbolo esta obra está en construcción y se completa solo con la catarsis del espectador. 

Pocas cosas son tan bellas como ver al toro arrancarse al engaño, haciendo gala de su bravura y embestir una, dos, tres, cuatro y hasta cinco veces, seducido por la muleta que conduce el Matador.
 
Esta belleza, ésta sonrisa de la naturaleza es la sobreabundancia de fuerza que no arrasa sino que avanza suavemente, nos hace sentir pletóricos. Recordemos que la belleza es, ante todo, una seducción para existir, de manera trágica, pero plena. 

Toro y torero comparten un lenguaje, lenguaje que el matador tiene que descifrar para poder comunicarse y hacerse entender por el toro. Esta comunicación se manifiesta a través de una danza, se nos muestra como un baile, como una coreografía llena de conocimientos, técnica, valor, intuiciones y sentimientos. 

La faena no podría ocurrir si el torero no sintiera un profundo amor por el toro, si no adorara en él toda su fuerza y belleza, si no reconociera la magnificencia de su oponente. Por ende, tiene que crecer durante la lidia y alcanzar la altura de su oponente. 

Hoy por hoy, no tengo la intención de justificar mi gusto por la fiesta brava, ni de convencer a nadie, los toros me han dado la oportunidad de ver el mundo, de saberme vivo, por eso señores, lejos de atacar y cuestionar respeto profundamente la actitud contraria a la mía, saber que la vida pasa una vez y se va en un suspiro, me ha hecho más tolerante y respetuoso de las ideas de otros.  

La fiesta brava me ha dado la certeza de saber que no poseo la verdad, porque la verdad no se posee, se vive.
 
Estoy consciente de que hay otros que no piensan o sienten como yo y eso es valiosísimo ya que las diferencias no nos separan, nos unen, siempre que haya humildad y voluntad. 

Soy taurino porque la fiesta brava me da la posibilidad de visualizarla no solo como una experiencia estética, sino como exigencia ética de vida, porque la vida como la tauromaquia son una FIESTA, con todo lo que ello implica: irrupciones inesperadas, excepcionales que no sobrevienen más que una vez, efímeras pero intensas ráfagas de placer y gozo que pueden dar sustento a toda una vida.  

En los toros aprendí a sentir y me di cuenta que el dolor no es condición de la existencia, sino solo uno de los modos en que podemos sentirnos vivos y mientras hay vida, hay oportunidad.
 

Jorge Carlos Varela.


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